Algunas tardes no deberían acabar nunca. Deberían ser algo así como...interminables, dónde el sol no terminase de bajar del todo y esa luz espectacular de las 8 y algo de la tarde lo bañase todo para siempre.
Tardes en las que las horas pasasen en nuestra cama y en dónde las risas, y sonrisas, resonasen en el aire continuamente entre nosotros dos.
Me quedo con las tardes en las que estabamos los dos y nadie más para molestarnos, para deleitarse con nuestros suspiros o el movimiento de nuestros dedos sobre el cuerpo del otro.Porque para mi una tarde perfecta es tan solo estar a tu lado.
PD: te quiero
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