Sí, puede que sea un poco rara, y quizás sea eso lo que me hacer ser especial. Me gustan las personas que me hacen reír, y la sinceridad. Odia los días de lluvia,aunque me gusta ver la lluvia caer en mi ventana y esa olor a cesped mojado que se queda, adoro el sol, me gusta andar descalza por la playa y sentir el contraste de la arena caliente con las olas del mar, odio los sabelotodos y la prepotencia, la gente que se cree superior. Adoro comer chocolate, e ignorar sus calorías. Me gusta comportarme como una niña, y que entren en mi juego. Me gusta la sencillez, y que me entiendan con una mirada. Odio que me vean llorar, excepto si se trata de mi almohada. Y me encanta estar con esa persona tan especial para mi. Y alegrarles el dia a los personas que quiero con mis tonterias.

Y es que no soy normal, y me enorgullezco de ello

lunes, 20 de diciembre de 2010

Con la yema de los dedos

Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día, y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperas: en el instituto, en el supermercado... en mitad de una huida. Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino, solo es el principio de otro y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado, aunque sea para esconderse en un desierto. Y esconderse es lo que menos te importa, lo que te importa es que estas tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida, y ya solo importa el hoy, el presente y lo que queda por venir, porque no se puede borrar lo que ya está escrito, y porque la vida es aquello que te sucede mientras tratas de hacer otra cosa.

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Es más la sed que el miedo al veneno